Post Week 4 - Raiders
- Mario Peña
- 30 sept
- 4 Min. de lectura

Victoria dura, trabajada y fea, pero victoria
Los Chicago Bears llegaban con más moral que salud a Las Vegas para enfrentarse en un partido ganable, que no fácil, a los Raiders de Pete Carroll. A las bajas de T.J. Edwards, Kyler Gordon y Jaylon Johnson se sumaba, además, Grady Jarrett, completando ausencias de titulares en todas las líneas de la defensa. Además, tampoco estaba disponible para el ataque el rookie Colston Loveland, nuestro primer pick del draft (aunque, de momento, menos utilizado de lo que podíamos prever), ni el right tackle titular, Darnell Right. El corredor D’Andre Swift, que había sido duda hasta el último momento, al final sí pudo vestirse (y menos mal).
El partido comenzó mal en ataque, con un punt, y muy bien en defensa, con una recuperación de Kevin Byard, que parece empeñado en tapar él solo todas las bajas de nuestra secundaria. Sin embargo, aunque nos dejó en una posición más que ventajosa, los Bears no pudieron sumar más de tres puntos. Esta dinámica del mal ataque y la buena defensa se repetiría durante toda la primera mitad, en la que Maxx Crosby, el magnífico edge rusher de los Raiders, se convirtió para Caleb Williams en el equivalente de Jason Voorhees para los adolescentes del Campamento Crystal Lake (viernes 13) o Freddy Krueger para los chavales que se quedan dormidos en la calle Elm (Pesadilla en Elm Street). El 98 de los de la Ciudad del Pecado aparecía una vez tras otra para presionar al QB, desviar pases, e incluso interceptar a nuestro mariscal de campo ante la impotencia de nuestra OL, especialmente de ambos tackles, que eran Braxton Jones por el lado izquierdo y el rookie Theo Benedet por el derecho (en sustitución del lesionado Wright). Fruto de la citada intercepción llegaría el primer touchdown de los Raiders, en un pase de Geno Smith a Ashton Jeanty, al final del primer cuarto para dejar el marcador en 7 a 3 para los locales.
El segundo cuarto empezaría exactamente igual, con una recuperación de los Bears que les dejaba muy cerca de la zona de anotación y la imposibilidad de anotar más de 3 puntos. A lo que seguiría un segundo touchdown de los Raiders, de nuevo de Jeanty pero esta vez de carrera. Si antes citaba la pesadilla que supuso Crosby para la OL y Caleb en ataque, no sería justo no destacar igualmente el partidazo de Ashton Jeanty, que trajo de cabeza a los defensores de Chicago durante todo el encuentro. Afortunadamente, el ataque de los Bears lograría acercarse lo suficiente para que un lejano field goal de Cairo Santos (de 52 yardas) pusiera el 9-14 en el marcador para irnos vivos al descanso.
Ben Johnson ajustó la línea ofensiva tras el medio tiempo, cambiando a Benedet al tackle izquierdo y sacando a Ozzy Trapilo en el derecho. En el tercer cuarto, de nuevo la mermada defensa de los Bears fue protagonista tras interceptar Tyrique Stevenson a un aciago Geno Smith. Pero, esta vez sí, nuestros Osos supieron capitalizar esta ventaja y conseguir su primer touchdown del encuentro con un certero pase de Caleb Williams a su receptor favorito, Rome Odunze, que se convertiría así en el único jugador en anotar al menos un TD en cada uno de los cuatro primeros partidos de una temporada desde que lo consiguiera, allá por 1986, ni más ni menos que Walter Payton.
Los Bears se ponían por primera vez arriba en el marcador (16 a 14), pero esta ventaja no duraría mucho, ya que en el drive siguiente Ashton Jeanty conseguiría su tercer touchdown, de nuevo tras un pase corto de Geno Smith (16-21). Tras un par de punts, uno de cada equipo, llegarían luego sendos field goals para ponernos 19 a 24 a menos de 7 minutos para el final.
Un drive sostenido de más de 5 minutos y en el que apareció, más vale tarde que nunca, D’Andre Swift con un par de recepciones y el touchdown definitivo corriendo por fuera puso a Chicago de nuevo por delante, 25 a 24, a falta de 1:39. Se intentó con toda lógica la conversión de 2 que no pudo atrapar Odunze, muy bien cubierto, con Crosby de nuevo atosigando a Caleb Williams.
Los Raiders estaban a un gol de campo de llevarse la victoria y estaban a tiempo de conseguirlo, tras un retorno que les dejaba cerca del centro del campo. Ben Johnson utilizó sus tiempos muertos para asegurarse de que a los Bears les quedaran al menos unos segundos en el reloj para intentar ellos chutar también en caso de que los locales consiguieran los tres puntos.
A falta de 0:38, Daniel Carson se disponía a intentar un FG de 54 yardas, distancia a día de hoy bastante asequible. Los Bears alineaban todo lo que tenían en la línea defensiva. Carson disparaba y el balón era bloqueado por un Josh Blackwell que entró por el flanco derecho del kicker a una velocidad endiablada y sin absolutamente nadie que le bloqueara el paso. SI me permitís el juego de palabras, Blackwell se convirtió en “block well”* y le dio una victoria trabajadísima a los Bears, que encaran su semana de bye tras haber convertido el récord de 0-2 inicial en un tranquilizador 2-2.
*bloquear bien

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