Post week 13 - Eagles
- Cristian Barrero

- 29 nov
- 3 Min. de lectura

Chicago rugió en Black Friday
El NFL Black Friday Game 2025 dejó mucho más que descuentos: dejó un golpe sobre la mesa. Contra todo pronóstico, en un escenario hostil como el Lincoln Financial Field, los Chicago Bears superaron 24–15 a los Philadelphia Eagles, mejoraron su récord a 9-3 y alargaron a cinco su racha de victorias. Pero más allá del marcador, el partido contó la historia que Chicago anhela desde hace años: control ofensivo, madurez de quarterback y defensa que gana partidos.
La victoria nació en las trincheras
Gran parte del triunfo fue posible gracias al trabajo de la línea ofensiva, que llegó al partido con un nivel de preparación sobresaliente.
Chicago controló la line of scrimmage desde la técnica y la sincronización colectiva, generando autopistas reales para el backfield durante todo el encuentro.
Los Bears usaron con inteligencia shifts y motion pre-snap, herramientas que les permitieron diagnosticar rápido el front defensivo rival y ajustar los ángulos de bloqueo. El ataque combine clásico y moderno: dobles equipos iniciales en gaps interiores, protecciones deslizantes (slide adjustments) cuando aparecían looks de sobrecarga, y bloqueos cruzados para crear “misdirection controlado” sin salir del plan terrestre.
Dentro de ese enfoque, los tight ends también fueron piezas esenciales sin repetir el cartel: Cole Kmet y el rookie Colston Loveland aportaron ayudas claves en bloqueos, especialmente en formaciones pesadas, con alineaciones “inline” y movimientos tipo wing, sellando los edges y dando soporte en split-flow runs para ensanchar el campo de carrera.
El resultado fue un ataque terrestre sin fisuras: eficiente, constante y psicológicamente demoledor.
El martillo fue el juego terrestre
• Kyle Monangai: 130 yardas, 1 TD
• D’Andre Swift: 125 yardas, 1 TD
• Total por tierra del equipo: 281 yardas
En el 1Q, Chicago se adelantó 7-0 con TD de 3 yardas de Swift, cerrando un drive largo, tosco, dominado desde el snap inicial por bloqueos al segundo nivel y control del conteo en la caja rival, que siempre fue favorable para los Bears.
Philadelphia amenaza por aire… pero jamás por tierra
Los Eagles buscaron desequilibrar desde lo vertical:
• Jalen Hurts: 230 yardas, 2 TD, 1 INT, 1 fumble perdido
• A.J. Brown: 10 recepciones, 132 yardas, 2 TD
Pero Chicago forzó a Philly a ser unidimensional, limitando su carrera a solo 87 yardas totales, evitando que el ataque pudiera sostener drives largos o dominar el reloj.
Al descanso, intercambio de field goals:
• 44 yardas de Jake Elliott
• 30 yardas de Cairo Santos
10–3 Bears al descanso. Ventaja justa. Partido abierto.
Caleb Williams: jugar a no perder para poder ganar
• Caleb Williams: 17/36, 154 yardas, 1 TD, 1 INT, rating 67.4
Plan ofensivo sostenido, decisiones sobrias, ejecución adulta.
Williams no necesitó forzar el partido por aire porque la OL y la carrera ya lo estaban ganando por él. Su capacidad para procesar rápido coberturas tras motion, proteger el balón en momentos críticos y liderar sin desviarse del guion del partido fue la verdadera lectura de su actuación.
Y cuando llegó el instante de marcar la diferencia emocional, Caleb no titubeó.
La jugada que rompió el partido
El 4Q traía al partido respirando en la nuca. Hasta que Chicago detonó el estadio en silencio.
Nahshon Wright penetró el empuje interior y forzó el fumble sobre Hurts en la jugada del “tush push”.
Chicago recuperó el balón. Y con eso, recuperó el partido.
Drive siguiente: touchdown de Williams. Chicago amplió la ventaja y enterró cualquier intento de giro rival.
Dos sellos defensivos que cambiaron rumbo
• Nahshon Wright: 1 FF
• Kevin Byard: 1 INT
Chicago rugió sin necesitar 400 yardas de pase, sin highlight reel interminable, sin poesía: rugió con identidad, trenches y golpes de partido.
Monangai corre, Swift acompaña, Caleb lidera, la OL pavimenta… y la defensa golpea en el momento exacto.
🐻🔥 Bear Down.










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