Post Week 3 - Cowboys
- Mario Peña
- 23 sept
- 3 Min. de lectura

AHORA SÍ: BIENVENIDOS A LA ERA BEN JOHNSON
Los dos primeros partidos de nuestros Bears fueron complicados. Ante dos rivales divisionales, vivimos el modo dual en el que nos encontrábamos durante (casi) toda la era Eberflus: por un lado, el perder partidos que tenemos ganados, como ocurrió en la primera semana frente a los Vikings. Por el otro, que nos pasen por encima de manera aplastante, como ocurrió en la segunda frente a los Lions. En la semana 3 esperaba otro rival complicado: los Cowboys visitaban el Soldier Field. Pero por primera vez en la temporada, y precisamente coincidiendo con la visita de nuestro exentrenador jefe (ahora coordinador defensivo de Dallas), vimos a los Chicago Bears de Ben Johnson y no una triste continuación del equipo de Matt Eberflus.
Es verdad que tuvimos algo de suerte. Al principio del partido, CeeDee Lamb se quedó enganchado con Noah Sewell y se tuvo que retirar con un esguince de tobillo. Aunque hizo la intentona de regresar se acabó perdiendo el resto del partido, cosa que agradeció nuestra mermada defensa, que llegaba de nuevo sin tres de sus puntales: TJ Edwards, Kyler Gordon y Jaylon Johnson (que podría perderse el resto de la temporada).
El partido también empezó como solían hacerlo en la etapa de Eberflus, con un punt en el primer drive. Sin embargo, un balón recuperado espectacularmente por Tyrique Stevenson devolvió la posesión al equipo local. Y, esta vez sí, un espectacular pase largo de Caleb a Rome Odunze, que cada vez tiene más cara de WR1, terminó en el primer touchdown chicagüense.
En el drive siguiente Dallas logró plantarse en la end zone pero la defensa de los Bears supo aguantar bien y los vaqueros tuvieron que conformarse con el field goal. Acto seguido, nuevo drive de los locales que, en la tercera jugada, se sacaron de la manga un flea flicker* que acabó en un pase larguísimo (62 yardas por el aire, el pase más largo de lo que llevamos de temporada en la NFL) de Caleb para el rapidísimo rookie Luther Burden que acabó en el segundo touchdown de Chicago.
Sin embargo, el segundo cuarto comenzó de manera preocupante: tras un gol de campo (de nuevo la defensa local se hizo fuerte en la zona roja) y otro TD Dallas lograba empatar a 14. A los fans de los Bears se nos empezaron a aparecer los fantasmas de las Navidades pasadas y ya nos veíamos más cerca de la tercera derrota que de la primera victoria. Pero nada más lejos de la realidad: el equipo logró anotar un field goal en el siguiente drive y, tras forzar el punt de Dallas, acabó la primera mitad con un nuevo touchdown, el tercero de Caleb, que esta vez encontró a Cole Kmet en la zona de anotación para irnos al descanso con una ventaja de 10 puntos (24 a 14).
Y en el tercer cuarto, la apoteosis: tras un nuevo punt de los Cowboys, los Chicago Bears encadenaron un drive de 20 jugadas y 9:54 minutos de posesión que culminaron con un nuevo touchdown, el cuarto de CW18, que esta vez conectó tras un rollout a su derecha con un DJ Moore que se encontraba absolutamente solo en medio de la end zone. Es el drive más largo del equipo desde la temporada 2001 y el definitivo cierre a las esperanzas de los visitantes, que lo intentaron todo a la desesperada en el último cuarto tan solo para ser interceptados tres veces (la última ya con el QB suplente, Joe Milton, en el campo).
Una victoria de autor de Ben Johnson, que deslumbró con su play calling, y uno de los mejores partidos de la corta carrera de Caleb Williams (298 yardas de pase y 4 TDs). En defensa, destacó Tremaine “Tremendo” Edmunds con dos intercepciones.
*Se llama flea flicker a una jugada de engaño en la que el quarterback le da el balón a un corredor como si fuera una jugada de carrera, pero éste en lugar de correr le devuelve el balón al QB para que lo pase hacia delante.

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